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Dirección de Género, Diversidad y Equidad Usach inicia trabajo colaborativo con la Universidad Nacional de Colombia

Para la antropóloga y activista Ochy Curiel Pichardo el enfoque interseccional – que se refiere a las identidades múltiples que perciben las personas, en que operan una suma de discriminaciones y estructuras de poder – no es una única propuesta para alcanzar una política de la liberación. Ese sería uno de sus límites si esta perspectiva no facilita el camino para poner fin a todas las formas de opresión que impone el sistema heteropatriarcal hacia las mujeres y otros grupos o colectivos vulnerabilizados.

Ochy Curiel Pichardo es doctora y magister en Antropología Social de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Educación Superior y docente. También es artista, activista lésbica-feminista, antirracista y parte del movimiento feminista autónomo y decolonial. El pasado viernes, realizó la Clase Magistral “Aportes y Límites de la Interseccionalidad” problematizando los alcances de este concepto y perspectiva, inaugurando así una alianza entre la Dirección de Género, Diversidad y Equidad de la Universidad de Santiago de Chile y el Observatorio de Asuntos de Género de la Universidad Nacional de Colombia, UNAL.

El saludo inicial lo realizó Claudia Rojas Sepúlveda secretaria técnica del Observatorio de Asuntos de Género de la UNAL, recordando el compromiso que tiene la universidad de Colombia con los debates en materias de igualdad de género y aproximando una definición de interseccionalidad como un concepto que permite visualizar las situaciones de opresión y privilegio desde los derechos humanos.

La clase magistral, que se inició con un paneo general de las “olas” y el desarrollo de los feminismos en Estados Unidos, Europa y América Latina y sus aportes, fue comentada por Erika Montecinos Urrea, periodista y una de las fundadoras de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio y Yusmidia Solano Suárez doctora en Estudios de Mujeres y Género y docente de larga trayectoria en la Universidad Nacional de Colombia.

En su exposición, Ochy Curiel Pichardo reflexionó en torno al concepto interseccionalidad, manifestando su preocupación por la fragmentación que este podría generar en el movimiento feminista. Y dejó planteadas algunas interrogantes: si la interseccionalidad permite preguntarse por la construcción de una (sola) “categoría mujer” y si este enfoque, por sí mismo, promueve un compromiso feminista “en serio”, en tanto acción política, que cuestione todas las estructuras de opresión y desigualdad. Para ella, las respuestas, al menos, debieran problematizar “los propios privilegios” y contener una decidida postura antirracial.

En este sentido, Ericka Montecinos Urrea planteó la necesidad de “mirar con sospecha” el enfoque interseccional para que no se transforme en “una moda para la inclusión de nuestra presencia y discurso”, advirtiendo que en esa tendencia también caen algunas organizaciones, redes o colectivos LGBTI. Por su parte la Dra. Yusmidia Solano Suárez reconoció que la interseccionalidad es una contribución feminista que marca el debate de las últimas décadas, que es una forma de análisis que permite contextualizar las discusiones acerca a la desigualdad, visibilizando por, sobre todo, aquellas que se manifiestan en forma simultánea.

El cierre de la clase magistral, lo abordó Karin Baeza Vásquez directora de Género, Diversidad y Equidad de la Universidad de Santiago de Chile, quien planteó el desafío que tiene la educación superior y las unidades de género particularmente, “en traspasar estos cambios culturales a nuestras universidades, trabajando en estos espacios, haciendo conciencia acerca de estos temas como posibilidad, teniendo a la vista nuestros límites y qué podemos hacer en esos marcos”.